jueves, 20 de diciembre de 2012

DE LA FICCIÓN A LA REALIDAD




Aquella mañana de primavera, María y José se levantaron muy temprano, los rayos de sol acariciaban el verdor de los cerros. Como pocas veces ese día amaneció muy iluminado y con pocas precipitaciones, se podría presagiar que saldría un esplendoroso sol. Para esta ocasión, José había pedido permiso a su empleador y solicitó un adelanto de su sueldo para gastos extras que tenía que realizar; como el último chequeo médico de María y la renovación de su DNI que ya había caducado.
- Apura “vieja”…
Exclamo José, dirigiéndose a María.
- No olvides de llevar tus documentos (añadió)
- Tú también no te olvides de llevar tus fotos (retrucó María).
Y así, tomados del brazo, descendieron lentamente los 874 escalones que lo acercaba a la ciudad. José se lo había aprendido de memoria porque lo contaba cada vez que subía hacia «su chocita», es así como él cariñosamente llamaba a su humilde casa.
- Moto…, moto…., moto. (Gritó María y logró parar uno),
- ¿Nos puedes llevar al Sisol? (preguntó y empezó a negociar el precio)
- Ven, sube José.
Así el “taxicholo” (que es como los llaman los pobladores del lugar) se enrumbó al Sistema Metropolitano de la Solidaridad (Sisol) donde María debía cumplir uno de los últimos controles de su embarazo. José miraba el horizonte muy agradecido por la facilidad que ofrece el Sisol para controlar el embarazo de María. Esto, gracias al convenio suscrito entre esta institución y Ministerio de Salud. José, como miles de personas, no tenía Seguro Social.
- Baja en la esquina por favor
Mientras José sacó unas cuantas monedas para pagar el servicio, saltó rápidamente para ayudar a bajar con cuidado a María y así emprendieron caminata al centro de salud. En la medida que sus pasos apresurados lo acercaban a la puerta principal, el rostro de María emanaba felicidad porque pronto, para la última semana de diciembre, tendría a su primer hijo. Ya sabía que sería un varoncito y sabía que nombre ponerlo.
La atención fue rápida. Estaban contentos porque el proceso del embarazo era normal. Además recibieron un trato justo. Así, apretaron sus pasos para salir del recinto, porque debían ir a otro lugar. Como salieron muy temprano de su casa tenían que desayunar.
- ¡¡¡Acérquese caserita aquí tenemos maca con polen, miel de abeja y algarrobina para que su bebe nazca fuerte!!!  Venga no mas, le damos con “yapa”.
- Por favor dele quinua con leche y un pan con camote. (solicitó José)
- Y usted caballero ¿qué va tomar?
- Bueno…, nada, es que anoche cené muy tarde y aun no tengo apetito.
Lo pedido era todo lo que estaba a su alcance. No contaba con suficiente dinero. Los gastos en los últimos meses eran constantes. La lluvia y el viento se habían asociado para causar estragos sobre el techo y las paredes de su humilde morada. Estos fueron reforzados y así pudieron sobrellevar el frio inclemente del invierno. Además, había que ahorrar ante el nacimiento del primer hijo.


Al incorporarse, la pareja se dirige al paradero para abordar el micro que le llevaría al Registro Nacional de identificación y Estado Civil (Reniec).
José llevaba en su mochila una botella con agua. Mientras saboreaba un sorbo de ella se escuchó una voz, acompañado por el sonido del claxon, que le llamaban...
- José, José ¿Para dónde se dirigen?
- Buen día vecino, nos dirigimos a la Reniec, tengo que sacar mi DNI que ya caduco y debo tenerlo en orden para participar en el siguiente proceso de revocatoria. Estas elecciones que son tan absurdas y que generan gastos innecesarios.
Pensó que Junto a María habían luchado tanto para que saliera elegida una persona honesta que les había prometido título de propiedad y lo obtuvieron. Les ofreció mejorar su centro de salud y sus pistas principales y lo cumplieron. Y hasta el parque zonal lo mejoraron, donde los domingos pasean con María. Finalmente la visita a sus familiares, que viven al otro extremo de Lima, no demoran tanto como en años anteriores. Una voz lo saco de su pensamiento.
- Vecino, yo acabo de llevar a un pasajero ahí, hay mucha cola, se dice que el sistema ha colapsado. Y tienen para rato. ¿Por qué no se van al centro de Lima, como quien lleva a pasear a la vecina? Yo les acerco, porque tengo que hacer unos trámites personales.
Ante esta invitación, la pareja se miraron sorprendidos, pocas veces podían ir al centro de Lima y menos en taxi.
Cuando ya estaban por ingresar a Lima, una redada policial detuvo al taxista. Le solicitaron la documentacion de la unidad y del chofer. Para mala suerte el automóvil no estaba empadronado, además tenía muchas infracciones sin pagar. Por esas faltas el carro debía de ser internado en el depósito. Muy apenados, los esposos descienden para continuar su periplo a Lima. Mientras que el chofer trataba de “arreglar” con los efectivos del orden.
El micro estaba casi lleno. A pesar de ser media mañana la mayoría de personas sentadas dormitaban, otros iban involucrados en una tarea personal rutinaria. Estaban afanados en maquillarse el rostro en complicidad de un montón de artilugio entre, pigmentos, cremas, lápices, delineadores, etc. etc. aliados de una tarea titánica para cubrir imperfecciones y resaltar otros. Curiosa tarea que involucra sólo a féminas, sometidas en esos afanes naturales y existenciales, que la sociedad exige ¿? Mientras María parada nadie le daba asiento.
Llegados al lugar, José tiene que pagar el pasaje, sin embargo descubre que fue robado en el microbús. Menos mal que María tenía muy bien guardado gran parte del adelanto que había gestionado.
En la Reniec, para ingresar también había “cola” así como quienes vendían el espacio “a 5 lucas”. Una señora viendo la situación de Maria exige trato preferencial, logrando que pasen al interior del recinto que también estaba congestionado.
María ya estaba al interior cuando ingresó una agraciada dama de tez blanca y muy bien vestida. El guachimán al verla pasar muy solícito y gentil le busca un asiento.  Sin embargo, María seguía depie.
Por fin, luego de cumplir los requisitos correspondiente, José pudo renovar su documento.
Al salir se dieron una vuelta por el mercado central, vio la Av. Abancay más libre de ambulantes y los paraderos del servicio de transporte hacia fluir más rápido y mejor el transito.
Pasaron por el Centro de Lima, la limpieza y el orden les llamo la atención. Miraban con otros ojos las casa coloniales, las iglesias y la belleza que ahora Lima muestra con satisfacción. En la Plaza mayor había un pasacalle, la música festiva, envolvió a la pareja que les hacia recordar sus orígenes. La nostalgia los invadía.
En los pasajes estaban los artistas callejeros, al otro lado los que hacían teatro. Muchos niños correteaban alegres. Algunas personas les saludaban. En otro lado, pequeños quioscos ofrecían comida, en ella José y María pudieron degustar sabroso potajes a precios módicos. ¡Había una obsesión para que cada centímetro cuadrado de esta Lima provinciana sea una expresión de alegría y cultura! Como si esto no fuera poco, ya de regreso, de pronto sus ojos de abrieron de par en par.
- ¡Santo Dios! (exclamaron juntos)
No podían creer lo que alcanzaban ver.  La colosal obra  “Vía parque Rímac”, lo que muchos vecinos les decía y ellos no se podía imaginar tremenda construcción. Estaban canalizando el rio Rímac, mudo testigo de tanto maltrato sobre sí mismo y sobre la ciudad capital. Un agente municipal que pasaba por el lugar les dijo:

- Sera un viaducto que unirá Ate y los distritos que están en el trayecto con el Callao. Habrá un túnel debajo del rio y sobre ella también está proyectado un gran parque, pulmón ecológico que Lima necesita.
No cabe duda Lima estaba cambiando, se dijeron. Es una Lima amigable y claro hay mucho interés para que esto no continúe y quieren seguir lucrando con la miseria de Lima.
Con miedo y rabia de que este esfuerzo se fuera perder, José nuevamente confirma su deseo de ayudar como sea y hacer valer su voto en las futuras elecciones.
Valió la pena el periplo y con angustia recordaron con preocupación que le había a pasado a su vecino. De pronto María dijo,
- Mi hijo se está moviendo mucho, José
- Creo que la caminata le está haciendo daño mujer.
- No (señalo María) Él también está contento, así como nosotros. Pero mejor nos regresamos a nuestra casita y a contar a nuestros vecinos y amigos de los que fuimos testigos.
Y emprendieron camino de retorno, agradecidos por haber pasado una buena mañana. (W. Powosino G.)

domingo, 11 de noviembre de 2012

TALLER “RESISTENCIA CIVIL Y ACCIÓN POLÍTICA NO VIOLENTA” SE REALIZÓ EN LIMA - PERÚ



La 4ta semana de octubre fue una semana complicada con días de sol y de frío intenso. Días en las que recientemente se habían levantado la huelga en el sector salud y educación. Lima, una vez más, amanecía pugnando por imponer orden para modernizarse y sobrevivir. Modernización que exigía la reorganización del servicio de transporte público y la reubicación de un mercado mayorista caduco anclado en el tiempo, al margen de otras deficiencias propias de un caótico crecimiento limeño.
En ese contexto, ocurren los luctuosos sucesos del mercado mayorista, cuyos propietarios por décadas lucraron a manos llenas. Ellos contrataron a delincuentes para defender su espacio de usura, generando violencia, caos y saqueos. El resultado, centenares de heridos y pérdidas de vidas. Así Lima, la ciudad de más de 8 millones de habitantes, vivía a sobresaltos envuelta de rumores de violencia, vandalismo y saqueos, al puro estilo fujimontesinista de los años 90 cuando se gobernaba el país a fuerza de sicosociales.
En ese marco, más de veinte personas vinculadas a Pax Christi Perú, entre agentes de pastoral, religiosas, profesionales, líderes sociales y amas de casa, provenientes de los sectores populares de Lima sur y Lima este,  se reunieron el sábado 27 de octubre último (víspera del 2do recorrido del Señor de los Milagros) en el colegio San Jose de Cluny, del distrito de Magdalena del Mar, en Lima – Perú. Ellos participaron del taller “Resistencia Civil y Acción Política No Violenta” dirigido por Martha Inés Romero, coordinadora de Latino América de Pax Christi Internacional.
El evento se inició invocando al Dios Crucificado, Adonaí mi Dios, Señor de los maltratados. Posteriormente, Martha compartió la visita que hizo al distrito de San Mateo de Huanchor[1] con el investigador Ec. Hugo Cabieses. Esta visita, le permitió comprender a Martha acerca de la terrible situación que genera la actividad minera al país y en particular la grave situación por la que atraviesa la comunidad de San Mateo por el accionar de las empresas mineras en el lugar, que no respeta la cultura, ni el bienestar de los pobladores del sector.
La metodología aplicada, sobre el hecho de vida, para procesos de resistencia civil y acción política noviolenta, por los miembros de Pax Christi Perú, permitió identificar el problema y las situaciones conflictivas. También, se identificaron los pilares que sostienen la situación, preparando los mapas de poder de los principales actores. Finalmente, se elaboraron metodologías, tácticas y estrategias para transformar los conflictos, que permitan implementar acciones política no violenta para la incidencia civil que lleven al establecimiento de las relaciones interpersonales basadas en el respeto a la dignidad del otro.
El taller y la metodología aprendida permitieron visibilizar la amenaza de la contaminación sobre las 3 principales cuencas que cruzan a la ciudad capital, los ríos Chillón, Rímac, y Lurín.
Pax Christi Perú se solidariza con el sufrimiento de los pobladores de San Mateo; por lo mismo,  considera prioritario incorporar -para el presente periodo- el problema de los relaves mineros de la cuenca del río Rímac en su agenda de trabajo. Una tarea por cierto muy laboriosa y un taller propicio e importante en el contexto de los conflictos existentes. (W. Powosino G.)


[1] San Mateo de Huanchor se encuentra a 3 mil 170 m.s.n.m., al norte de la provincia de Huarochiri, en el departamento de Lima, a una distancia de 95 km. de la capital, por la ruta de la carretera central.

sábado, 27 de octubre de 2012

“Vida, Dialogo y Paz” en el marco de los 50 años del Concilio Vaticano II

Con el lema “Vida, Dialogo y Paz” – conflicto y espiritualidad; la Conferencia de Religiosos y Religiosas del Perú (CONFER), la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), y Pax Christi-Perú, convocaron a la Jornada de Ayuno y Oración por la Paz el 13 de octubre último.
  
Una vez más -como todos los años- este evento congregó a más de un centenar de agentes de pastoral en el Colegio de Jesús en el distrito limeño de Pueblo Libre.

El tema “Conflictos y Espiritualidad de la No Violencia,” fue reflexionado en el marco de una serie de conflictos como los profesores de la educación pública, los médicos del seguro social, los transportistas, los campesinos de Conga; situaciones que por meses han llenado las calles y los medios de comunicación.

Los participantes expresaron su profunda creencia en el Dios de la Vida quién les motiva y los anima para seguir en alianza con sus fieles; exigiéndoles a tener una estrecha y amorosa relación con los más necesitados en la lucha por su Reino de justicia. También fue un momento especial ya que los convocados renovaron su compromiso con lo acordado en el Concilio Vaticano II.

Pax Christi – Perú, recordó que este evento promueve "La Cadena de Oración por el Dialogo y la Paz", pedido por la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) en julio de 2012; cuando se les pidió a monseñor Miguel Cabrejos, Arzobispo Metropolitano de Trujillo y el sacerdote Gastón Garatea ser interlocutores entre la Población de Conga y la Mina de Yanacocha-Newmont.
 
De esta manera –señalo Pax Christi- la CEP reafirmo que la Iglesia no puede estar de espaldas a los problemas sociales que se está viviendo hoy en día e invocó a la sociedad civil "y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que aman la justicia y la paz, a todas las instituciones y entidades religiosas existentes en el Perú" a participar en esta iniciativa.

viernes, 24 de febrero de 2012

CUANDO GOTAS DE AGUA SE CONVIERTEN EN UN GRAN RIO

Muy entrada la tarde de aquel 10 de febrero, cuando la calor ya iba menguando y no ofrecía resistencia, la Plaza 2 de Mayo del Cercado de Lima lucia un marco humano impresionante. Miles de manifestantes –muchos que iniciaron su recorrido el 1º de febrero último en las alturas de Cajamarca, sierra norte del Perú- se juntaron con otros para protestar frente a los que atentan contra el ecosistema y la vida.

Cual profecía de Isaías (55, 10-11) las gotas de agua personalizadas, que bajaron desde las alturas de Celendín, Bambamarca, Hualgayoc, San Marcos, Santiago de Chuco y otros poblados cajamarquinos se fueron sumando en el camino y empezaron a deslizarse avivando la vida a su paso al juntarse con otras de Lambayeque, La Libertad, Ancash, hasta convertirse en riachuelos y hacer de la Plaza 2 de Mayo un gran contenedor a punto de ceder.

Ahí se congregaron personas, impacientes para empezar la movilización, con carteles en manos, otros agitaban sus banderolas, muchos coreaban cantos de protesta. La Plaza 2 de Mayo mostraba su mejor rostro, fue como en sus mejores momentos, tiempo de lucha del movimiento obrero y popular.

José y José María junto a su pueblo

Y comenzó el desborde hasta convertirse nuevamente en un río humano y recorrer la gran ciudad. Una persona encadenada a una cruz, que simbolizaba el sufrimiento de los pueblos, presidía la movilización por la vida. Muchos agentes pastorales lo siguieron y sintieron en esta movilización el espíritu valiente y fiel de Mons. JOSÉ DAMMERT, obispo emérito de Cajamarca. Ellos estaban convencidos -que el querido y recordado pastor comprometido con las necesidades de su pueblo- caminaba entre ellos.

De este modo, en las calles limeñas el río se hacía hablador, agitaba consignas a favor de la vida: "El agua es vida, el oro no es comida"; “Por vida digna: agua, tierra y semilla”, "Hay oro, hay cobre y el pueblo sigue pobre"; “El agua es vida, cuidémosla, no la contamines”, “El agua es don de Dios y derecho de los pueblos”, “Sin oro se vive, sin agua se muere”, "Conga no va", etc.

Ríos de agua constituidos por niñas/os, jóvenes y adultos. Rostros de personas, con sombreros y mascaras se juntaban con otros rostros llegados de Arequipa, Apurímac, Junín, Yauyos, Ica y Moquegua. Venían –también- a sumar el caudal, rostros de limeños, estudiantes de las universidades Católica y Agraria, del Colegio de Ingenieros del Perú, Pax Christi, Equipos Docentes y gentes de las “varias Limas”. Además, trabajadoras del hogar, de SEDAPAL, mujeres de comedores populares y diversas organizaciones sociales, políticas, sindicales, entre otras.

Así se fueron desplazando por las avenidas la Colmena, Wilson, Bolivia, Paseo de la República, Grau, Abancay y Nicolás de Piérola. La marcha se convirtió en un colorido pasacalle, multiétnico, tal cual lo definió JOSÉ MARÍA ARGUEDAS: una expresión de fiesta y exigencia por la dignidad y la vida. Lima se vio obligada a aprender que el agua es fundamental para la vida, que si no tomamos conciencia la misma Lima puede quedar desértica. De este modo, la Plaza San Martín de convirtió en un gran lago humano.

"Esta es la voz del pueblo y que se cumpla"

Al evento llegaron varios congresistas. Natali Condori, por Tacna; Jaime Valencia, por Moquegua; Verónika Mendoza y Rubén Coa, por Cusco. También Claudia Coari, por Puno; Jorge Rimarachín, por Cajamarca; y Javier Diez Canseco, por Lima. Además, Alberto Adrianzén, del Parlamento Andino. Ellos se solidarizaron con los marchantes y recibieron de manos de los organizadores de la Marcha -P. Marco Arana, presidente y fundador del movimiento Tierra y Libertad; Gregorio Santos, presidente regional de Cajamarca; y Wilfredo Saavedra, presidente del Frente de Defensa de los intereses de Cajamarca- los proyectos de ley para gestionarlos en el Congreso.

Esta iniciativa pretende impedir la minería en cabeceras de cuencas hidrográficas y glaciares; y, en segundo lugar, a la par que el modelo europeo, busca prohibir la minería de tajo abierto, así como también el uso de mercurio y cianuro en las explotaciones mineras. Acompañando a esta iniciativa popular, está el proyecto de reforma constitucional para que el agua sea considerada derecho fundamental de las personas y que no pueda haber propiedad privada sobre el agua.

La agenda pendiente

Al inicio la marcha que fue vaticinada, por el poder económico y político, como una derrota; sin embargo, se equivocaron, ya que resultó todo un éxito. Sin embargo, este poder fáctico, aun tenía una carta ganadora bajo la manga: el camarada Artemio.
El secreto a voces -semanas antes- de la captura de Artemio se dio “milagrosamente” y coincidió con la realización de la marcha, que la opacó mediáticamente. Simultáneamente, esta arremetida de la Sociedad Nacional de Minería se da en los grandes medios de comunicación vía spots publicitarios desde antes de la marcha hasta hoy. Así una victoria política se convirtió en los medios en una derrota “de unos cuantos marchantes que no quieren el desarrollo del país”. Entonces, ¿qué queda por hacer, para los que amamos al Perú y no queremos verla convertido en un gran campamento minero?, pues aquí algunas pistas…

  • Si el agua se estanca se malogra; por lo tanto, que el gran lago de la plaza San Martin, vuelva nuevamente a fluir como un gran rio para que hable con fuerza y aniden en las conciencias de las personas. Esto no es sencillo, debe formar parte de un proceso pedagógico de largo aliento.
  • El Tribunal de Justicia Hídrica, que ha formulado sanciones éticas a las compañías mineras, debe ser asumido por la sociedad civil organizada. Esta debe dar el salto de las sanciones éticas a las sentencias éticas-legales; vía auditoria del ejercicio e impacto socio-ambiental de la actividad minera en el lugar donde se realizó la extracción.
  • Que la sociedad civil ejerza su derecho ciudadano y se convierta en celosos vigilantes de las iniciativas presentadas al Congreso de la Republica para que se dé curso a estos pedidos.
  • Reivindicar el derecho a ser consultados. Esto nos permitirá a tener la oportunidad de decidir el modelo de desarrollo que deseamos seguir.
  • Tomar conciencia que nuestro compromiso y acciones nos convierte en artesanos que aportan a la gobernabilidad.
  • Contribuir hacia una nueva cultura del agua, que tome en cuenta la sabiduría de las culturas ancestrales de prudencia y respeto de la naturaleza. Esto debe ser asumido como fundamento para una gestión integrada y equitativa del recurso hídrico.

“Los pobres y los humildes buscan agua, pero no encuentran y se les seca la lengua de sed. Pero yo, Dios de Israel, no los abandonaré. Yo, Yavé, los escucharé. Haré brotar ríos en los cerros pelados y vertientes en medio de los valles. Convertiré el desierto en lagunas y la tierra seca en manantiales”. (Is. 41,17- 18) Una promesa y una esperanza que no debemos olvidar. (Walter Powosino G.)